La calidad en la atención sanitaria ha ido evolucionando hacia un enfoque holístico que integra la experiencia del paciente como un pilar fundamental. En este contexto, el enfoque de la atención sanitaria basada en valor ha cobrado mayor protagonismo en los últimos años, en donde el ciudadano se sitúa en el eje del sistema sanitario. Y como he dicho en muchas ocasiones, la ciencia y la tecnología es lo que hizo avanzar la sanidad en el siglo XX, pero lo único que la puede salvar en el siglo XXI es la humanización. Y para lograr esta atención humanizada, es fundamental que los profesionales sanitarios no solo cuenten con una formación técnica de alto nivel, sino que también desarrollen competencias emocionales y comunicativas (como la empatía, la escucha activa y la comunicación efectiva) que permiten entender y atender las necesidades integrales de los pacientes. Y como un ejemplo de ello queremos remarcar la importancia del reciente "Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria del Sistema Valenciano de Salud 2025-2028: Atención Centrada en las Personas" que se acaba de publicar y que os dejamos en este enlace.
El objetivo del "Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria del Sistema Valenciano de Salud 2025-2028: Atención Centrada en las Personas"es promover el desarrollo de estrategias en el ámbito sanitario que garanticen el respeto a la dignidad y los derechos de las personas, priorizando sus necesidades y expectativas. Asimismo, busca fomentar la escucha activa y la participación en un entorno ético, equitativo y de excelencia, integrando la aportación de valor como eje central de la atención sanitaria y aprovechando las oportunidades del entorno digital para mejorar la experiencia de pacientes, familias, cuidadores y profesionales del sistema sanitario público valenciano.
Tras un análisis DAFO sobre la situación actual de la atención centrada en las personas en los diferentes centros de la Conselleria de Sanidad, se han dibujado cuatro líneas estratégicas con estos objetivos estratégicos, que se pueden ver desarrollados en el texto original:
- Línea estratégica 1: Promover la humanización como un eje transversal en la práctica sanitaria, mediante la formación continua, el acceso a la información y una comunicación centrada en el bienestar de las personas.
a) Objetivo estratégico 1.1.- Garantizar que cada paciente y sus familiares reciban una atención centrada en sus necesidades individuales, proporcionando información clara y comprensible,asegurando la presencia de un acompañante elegido por el paciente durante las etapas críticas de su atención, y facilitando un entorno asistencial que promueva la confidencialidad y el respeto.
b) Objetivo estratégico 1.2.- Impulsar la cultura de humanización mediante la sensibilización y formación continua en la atención centrada en la persona.
c) Objetivo estratégico 1.3.- Fortalecer la comunicación para promover el bienestar.
d) Objetivo estratégico 1.4.- Establecer mecanismos de retroalimentación continua.
e) Objetivo estratégico 1.5.- Preservar y proteger la intimidad de pacientes: garantizar el respeto a la intimidad de los pacientes en todo el proceso de atención, fomentando un entorno seguro y respetuoso.
- Línea estratégica 2: Posicionar al profesional sanitario como generador de valor, fomentando su desarrollo profesional, el reconocimiento de su labor y su participación en la mejora de la calidad asistencial y en la implementación de acciones de humanización.
a) Objetivo estratégico 2.1.- Fortalecer el reconocimiento y la valoración del profesional.
b) Objetivo estratégico 2.2.- Prevenir y reducir las agresiones a los profesionales de la salud.
c) Objetivo estratégico 2.3.- Fortalecer la colaboración y cohesión del equipo, promoviendo una comunicación interna efectiva y trabajo interdisciplinario.
- Línea estratégica 3: Adecuar los entornos sanitarios para garantizar espacios, seguros, accesibles y confortables que mejoren la experiencia y el bienestar de las personas.
a) Objetivo estratégico 3.1.- Mejorar la accesibilidad para garantizar la equidad en el acceso a los centros/servicios, asegurando que todas las personas, independientemente de sus circunstancias, puedan acceder de manera adecuada y sin barreras a la atención sanitaria.
b) Objetivo estratégico 3.2.- Crear un entorno más acogedor, cómodo y centrado en el bienestar de las personas.
- Línea estratégica 4: Promover la participación del paciente en su proceso de atención, garantizando su implicación en la toma de decisiones sobre su salud y promover la salud comunitaria con participación activa de la ciudadanía.
a) Objetivo estratégico 4.1.- Atención en las distintas etapas de la vida (infancia, adolescencia,etapa reproductiva,...).
b) Objetivo estratégico 4.2.- Atención en las urgencias.
c) Objetivo estratégico 4.3.- Atención a la cronicidad.
d) Objetivo estratégico 4.4.- Atención durante la estancia hospitalaria.
e) Objetivo estratégico 4.5.- Atención en el paciente con dolor crónico.
f) Objetivo estratégico 4.6.- Atención en cuidados intensivos.
g) Objetivo estratégico 4.7.- Garantizar la humanización en la atención a pacientes con problemas de salud mental.
h) Objetivo estratégico 4.8.- Atención a personas con cáncer y enfermedad grave.
i) Objetivo estratégico 4.9.- Atención integral y acompañamiento en situaciones de final de vida.
j) Objetivo estratégico 4.10.- Generar valor a través de modelos de participación de pacientes y ciudadanos.
k) Objetivo estratégico 4.11.- Implementar acciones para prevenir y reducir la soledad en pacientes, especialmente en aquellos en situación de vulnerabilidad.
En el siglo XXI, la humanización en sanidad ha trascendido de ser una aspiración deseable a convertirse en un pilar fundamental e ineludible de cualquier sistema de salud que aspire a la excelencia. No se trata meramente de aplicar un trato amable, sino de una transformación integral que sitúa a la persona —paciente, familiar y profesional— en el centro de la atención, reconociéndola en su totalidad y respetando su dignidad. La importancia de los planes de humanización radica en su capacidad para abordar las complejidades del panorama sanitario actual. La evolución tecnológica, si bien es un avance, puede llevar a una despersonalización si no se equilibra con una sólida ética de cuidado. En este contexto, la humanización actúa como contrapeso, asegurando que la tecnología sea una herramienta al servicio de la persona y no al revés.
Estos planes se manifiestan en diversos ámbitos: desde la comunicación efectiva y empática entre profesionales y pacientes, hasta la creación de entornos físicos acogedores que reduzcan la ansiedad y el estrés. Implican también el respeto por la autonomía del paciente, garantizando su participación activa en las decisiones sobre su salud, así como el acompañamiento emocional a pacientes y familiares en momentos de vulnerabilidad.
Además, la humanización se extiende a los propios profesionales sanitarios, reconociendo su labor y ofreciéndoles el apoyo necesario para prevenir el desgaste y fomentar un ambiente de trabajo saludable. Un profesional cuidado es un profesional que puede cuidar mejor.
En resumen, los planes de humanización son cruciales en el siglo XXI porque:
- Mejoran la calidad asistencial: una atención centrada en la persona conduce a mejores resultados clínicos y a una mayor satisfacción.
- Fortalecen la confianza: reconstruyen el vínculo de confianza entre pacientes, profesionales e instituciones sanitarias.
- Fomentan la sostenibilidad del sistema: reducen los reingresos, mejoran la adherencia a los tratamientos y optimizan el uso de los recursos al promover una atención más eficiente y coordinada.
- Responden a las demandas sociales: la sociedad actual es más consciente de sus derechos y exige un trato digno y respetuoso en todos los ámbitos, incluyendo la salud.
- Promueven la ética en la práctica clínica: reafirman los valores fundamentales de la medicina, recordando que detrás de cada diagnóstico o procedimiento hay una vida humana.
Todo ello por una atención centrada en las personas.